La ciudad que fue Capital de las Confederaciones Argentinas a fines del siglo XIX y sede de la Convención Constituyente que en 1994 lideró la reforma de la Carta Magna nacional, se constituye esta primavera como un atractivo eje turístico de la región Litoral. Situada en el centro oeste de la provincia de Entre Ríos, al noreste de Argentina, Paraná es un destino en el que se conjugan casi a la perfección naturaleza y urbanismo.
Con el protagonismo del río Paraná en toda su extensión territorial, la urbe se erige con diversos estilos arquitectónicos. Y además de jornadas de sol y excursiones náuticas, ofrece entretenidos circuitos que dan cuenta de la historia y el desarrollo cultural de la región. Como adicionales, un recorrido por la comunidad alemana más importante del país y un Parque Nacional que protege la biodiversidad del Delta superior.
Sin papeles
Constituida como Capital de la provincia de Entre Ríos, la ciudad de Paraná -a diferencia de otras grandes urbes de Argentina- no posee carta oficial de fundación. Surgida de manera espontánea por el arribo de la inmigración que ya no encontraba espacio en la vecina Santa Fe, su cronología histórica comienza el 23 de octubre de 1730 con la aparición de la primera capilla.
El primer nombre que adoptó esta ciudad litoraleña fue Baxada de la otra banda del Paraná. En tanto, poco tiempo después fue cambiado por la misma denominación que lleva el río que la bordea. Una palabra que en lengua guaraní significa “Pariente del Mar”.
Ecoturismo
Un conjunto de empresas locales especializadas ofrecen a diario excursiones fluviales y náuticas mediante las cuales se aprovechan las bondades naturales que integran esta vedette entrerriana. Una de las propuestas se denomina “Baqueanos del Río”, realizada por pescadores artesanales que invitan a descubrir e interpretar la flora y la fauna autóctona a través de senderos isleños.
Otro de los atractivos imperdibles lo representa el Centro de Recuperación de Animales Silvestres que funciona en Paraná desde 1992. Se trata de un predio de 2,5 hectáreas en el que habitan unas 80 especies diferentes, entre ñandúes, monos, tortugas y yacarés.
Por último, se puede disfrutar de la Reserva Natural de Uso Múltiple, más conocida como Parque San Martín. Unas 600 hectáreas bajo protección desde 1998, para el resguardo de una zona silvestre a 23 kilómetros de la ciudad de Paraná, a las que se accede por Ruta Nacional 12.
Las bondades del río
Las costas del río Paraná son una visita obligada para todo turista que llega a estas tierras del Litoral. Allí se desarrollan deportes náuticos, salidas de pesca y excursiones embarcadas por las islas que se sitúan frente al Parque Urquiza.
Durante la temporada estival, se suman a la oferta turística las playas y balnearios. Entre las opciones más elegidas, aparece el Balneario Camping Thompson, con espacios recreativos, zonas de acampe, dos complejos de bungalows y, por las noches, restaurante y boliche.
Otras alternativas privadas son el Rowing Club y el Club Estudiantes. El Balneario Parque Municipal es de acceso gratuito.
Emplazado en las barrancas más altas del Paraná está el Parque de Recreación y Turismo Toma Vieja, con capacidad para 650 carpas y una completa infraestructura de servicios. Posee una pileta olímpica y canchas de básquet, voley, paddle, tenis y fútbol.
City tour
El circuito cultural por la Capital de Entre Ríos, incluye el Anfiteatro Héctor Santángelo, totalmente construido en piedra, donde se dan cita diversos entretenimientos nocturnos. También el Teatro 3 de Febrero, fundado en 1908 y considerado uno de los más bellos del país.
Entre los museos más importantes están el de Ciencias Naturales y Antropológicas; el Provincial de Bellas Artes, con una actividad cultural y exhibición de obras plásticas; y, el Histórico Provincial Martiniano Leguizamón, donde se resguarda la identidad entrerriana.
Se suman al circuito urbano paranaense el Centro de Artesanos, que funciona en un edificio del 1800; el Centro Cultural Juan L. Ortiz, en un predio que perteneció al Ferrocarril General Urquiza; y, la Casa de la Cultura, con una fachada de fines del siglo XIX.
El recorrido histórico muestra algunas de las mejores obras arquitectónicas de esta ciudad Capital. Está la Catedral, inaugurada como tal en 1885; el Senado de la Confederación, actualmente instituido como el Colegio Nuestra Señora del Huerto; y, la Escuela Normal “José María Torres”, pionera en el país.
En el Centro Cívico Provincial, se erigen la Casa de Gobierno y los Palacios de Justicia y Educación. La última visita es al edificio de Correo y Telecomunicaciones, solar donde se estableciera la casa del General Justo José de Urquiza mientras fuera Presidente de la Confederación.
Propuestas deportivas
Para los amantes del pique, existe un circuito recomendado que va desde la ciudad de Paraná hasta La Paz, en dirección norte, por aproximadamente 160 kilómetros. El recorrido está compuesto por varias postas donde se sacan ejemplares de bagre amarillo, boga, dorado, lenguado, patí, sábalo, salmón y surubí.
Los visitantes que gustan del golf encuentran en esta Capital entrerriana excelentes campos de juego en un particular entorno natural, en las afueras de la ciudad. Uno de ellos es “El Brete”, perteneciente al Club Estudiantes, con 18 hoyos; el otro, se sitúa dentro del country privado Las Colinas, con nueve hoyos.
Aromas y recuerdos
Las rutas gastronómicas se entrecruzan con los senderos artesanales abriéndose paso en el itinerario del turista que transita puestos regionales, licorerías y cervecerías. Entre los manjares, está el clásico asado criollo, los pescados frescos, el alfajor entrerriano, las tortas fritas, dulces y escabeches. Para llevar de regalo, mates y bombillas, piezas en cuero, tejidos, adornos en palma de caranday y tallados en madera.
Apartados
Para sumar a la estadía paranaense se encuentra a escasos kilómetros de la ciudad el Parque Nacional Pre Delta, también recostado a orillas del río Paraná. Creado en 1992, el área preserva una rica biodiversidad. Compuesto por unas 2.500 hectáreas, ofrece al visitante excursiones fluviales y caminatas guiadas en las que verá desde gallaretas, garzas y cigüeñas, hasta carpinchos, nutrias y lobitos de río.
Otro de los apartados, lo constituyen las aldeas alemanas que se instalaron entre las ciudades de Paraná, Crespo y Diamante. Pioneras en producciones agrícolas, ganaderas y cunículas, reciben al viajero con productos caseros y artesanías. En total, son 12 destinos entre los que se encuentran el Pueblo Alvear, San Francisco, la aldea Protestante y la Brasilera.
Fuente: Caribbean News Digital